martes, 19 de octubre de 2010

¡Viva Zapata!

Desde que comenzó a interesarme el cine como profesión, hace ya unos 20 años, descubrí que la frase de Sócrates que dice: Yo solo sé, que no se nada, es verdad en todos los grados del conocimiento, con esto no quiero decir otra cosa sino que, cada vez más, uno descubre cosas nuevas que no tenía idea que existían y por uno hablo de mi mismo. Éste fin de semana tuve une experiencia maravillosa, asistí al FICM (Festival Internacional de Cine de Morelia) y se me presentó la oportunidad de ver una película que (aquí dejaré ver mi ignorancia) no tenía idea que existía. ¡Viva Zapata! De Elia Kazan con Marlon Brando y Antony Quinn. La verdad siempre he considerado a Marlon Brando uno de los mejores o el mejor actor que ha existido, aquí demuestra serlo sin duda aunque con gran competencia, ya que Antony Quinn, que interpreta al hermano de zapata, pareciera que le quiso quitar el título.

El sábado temprano llegamos a la taquilla del cine y sin saber nada de ninguna película que estaba en la cartelera y bajo recomendación del joven detrás de la taquilla compramos boletos para 4 películas en sábado y domingo. Entre los títulos recomendados estaba ¡Viva Zapata! Tanto yo, como mis acompañantes creímos que sería algún documental con motivo de los festejos del pinche bicentenario y centenario, pero no para mi sorpresa se suscitó la siguiente aventura:

A las 12:10pm del domingo empezó una experiencia genial de 113 minutos descubriendo una película que trata de la historia de nuestro héroe de la Revolución Mexicana y para mi sorpresa no fue una visión toda distorsionada de la realidad como generalmente sucede cuando los gringos cuentan historias de otros pueblos, para ser honestos, la película es una joya, mejor documentada, con más corazón y honestidad que varias de las películas históricas hechas por nuestros compatriotas, léase Alfonso Arau con su versión barata de Zapata, con Alejandro Fernández y Jaime Camil o Antonio Serrano que quiso ser muy original contando una historia oculta, mala y juiciosa del cura más famoso de México, Hidalgo.

Es verdad, cuando ves en la pantalla grande las películas, la experiencia se vuelve completa y viajas a esa realidad que cada una te muestra. Yo me sentí cabalgando al lado de Zapata, luchando por los derechos de los más necesitados y peleando contra todos por alcanzar sus objetivos. Admiraba a Zapata ya desde antes y me gustó verlo tan humano, tan real y tan cerca. Admiro a la gente como el, admiro nuestra historia, admiro el cine bien hecho, a Elia Kazan y el reparto al de ésta película que recomiendo a todos los que nos sentimos muy mexicanos. A los que no se sientan tan mexicanos, también les recomiendo que la vean, porque además de engrandecer a un gran luchador, recordarán un poco de lo que debimos haber aprendido en la escuela primaria.